UNIVERSIDAD TECNOLOGICA
DE SANTIAGO
(UTESA)
PRESENTADO POR:
DARLEINE ESTHER
JOSEPH 2-11-0317
KATHYANA IPHONIE ST
LOUIS 2-10-0556
RONALD ROMAIN 2-10-1493
WILSON AIME 1-10-2884
RESENTADO A:
DRA MIRTA VILLAR
TEMA:
ECTOPARASITOSIS
ESCTOPARASITOSIS
La escabiosis o sarna corresponde a
una ectoparásitos cutánea intensamente pruriginosa y contagiosa, producida por
un ácaro de la familia Sarcoptidae (Sarcoptes scabiei subesp. hominis)
que afecta niños y adultos (1). Afecta a todas las razas y no sólo a países
subdesarrollados y en vías de desarrollo, sino que también afecta a países
desarrollados y grandes potencias (2). Su incidencia fluctúa en forma cíclica, con períodos
de epidemias en casos de guerra, catástrofes, hacinamiento y pobreza. El ácaro
de la sarna es un artrópodo de cuerpo no segmentado, ovoide, de color
blanquecino, con su región dorsal cubierta de cerdas y espinas quitinosas;
tiene una prolongación anterior, con aspecto de cabeza y cuatro pares
de patas cortas. La hembra mide entre 300 a 400 micrones y el macho 150
micrones. El ácaro es incapaz de sobrevivir más de 4 días en el medio ambiente,
ya que necesita un huésped humano para su supervivencia (1-3).
La escabiosis constituye
una infestación cosmopolita, más frecuente en climas templados y fríos. El
contagio se realiza en el 95% de los casos por contacto directo y prolongado
con personas infestadas (4). También puede haber transmisión indirecta, de
mucha menor frecuencia, a través de ropa, camas, toallas, etc. En general, es
más frecuente en los niños, pero sin
diferencias por sexo(2-3). En Santiago, se ha encontrado una prevalencia de
esta infestación del 5 al 7% en la actualidad (4).
Entre las
manifestaciones clínicas, existe un período de latencia entre el contagio y los
primeros síntomas, que varía desde 15 a 50 días. El síntoma más importante es
el prurito, de predominio nocturno o cuando hace calor, el cual es causado por
el ácaro al hacer el surco y también por reacción alérgica del huésped
sensibilizado.
Las lesiones cutáneas
tienen una morfología y distribución característica, cuya demostración son de
gran valor para el diagnóstico. Se presentan sobre todo en los pliegues, cara
anterior de la muñeca, codos, axila, manos, región interdigital, abdomen, zona
genital, región glútea, cara interna de muslos, rodillas y tobillos. En el niño
la sarna tiende a ser más generalizada que en el adulto, comprometiendo además
cuero cabelludo, cara, palmas y plantas (1, 3,4).
Entre las lesiones
características se encuentran:
Surco acarino: lesión lineal, de varios mm de longitud, y representa la
manifestación externa del túnel que realiza la hembra fecundada en la
epidermis.
Vesícula perlada o perla escabiótica: pequeñas vesículas en el sitio donde se ubica la
hembra en la epidermis.
Nódulos escabióticos: lesiones nodulares induradas de 10 - 12 mm de diámetro, que
corresponden generalmente a una reacción de hipersensibilidad retardada a la
presencia del ácaro, aunque en muchos casos se han encontrado ácaros vivos y
huevos.
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Fig.
2.- Acropustulosis en lactante
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Fig.
3.- Múltiples lesiones escoriadas en tronco de lactante
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Fig.
4.- Nódulos escabióticos en escroto de niño
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Fig.
5.- Surco acarino evidenciado con tinta china en el codo
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Fig.
6.- Lesiones características de escabiosis en adulto: surcos, nódulo en pene
y grataje
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El diagnóstico es
principalmente clínico y está basado en los siguientes hechos:
Prurito, de predominio
nocturno, éste síntoma puede estar ausente en niños muy pequeños.
Morfología y distribución de las
lesiones
Antecedentes epidemiológicos, tanto de familiares como de contactos.
Si hay dudas, se debe efectuar un ácaro-test que
consiste en buscar la presencia del ácaro, sus huevos o deyecciones, en las
células descamadas de la piel, vistas bajo el microscopio. Para esto se realiza
un raspado de las lesiones sugerentes de la presencia del ácaro: surco, perla
acarina, nódulo, etc. Otro método de utilidad es pintar con tinta china el
surco acarino: al lavar con alcohol, se marca el surco, evidenciándolo
clínicamente.
La videodermatoscopía
(VD) es una herramienta de diagnóstico no invasiva que recientemente se ha
incorporado como una técnica alternativa para el diagnóstico de la escabiosis.
Su eficacia se demuestra en estudios que muestran la capacidad de la VD de
detectar parásitos in vivo, con resultados comparables a aquellos obtenidos de
muestra cutánea tradicional o ácaro-test (5,6). Además permite
monitorizar la respuesta clínica al tratamiento y de esta forma manejar mejor
los tiempos óptimos de aplicación de las diferentes drogas, reduciendo el
riesgo de efectos adversos y posibles complicaciones (7). Otras técnicas diagnósticas que se están realizando son la
Reacción de polimerasa en cadena (PCR) en escamas córneas de
pacientes infestados y ELISA como testeo serológico en infestaciones animales (8). Por último, la biopsia de piel y estudio histológico en casos de
difícil diagnóstico, son de gran utilidad (9).
El diagnóstico
diferencial debe hacerse con enfermedades dermatológicas que cursan con prurito
y lesiones de grataje secundarias, tales como dermatitis atópica
(principalmente en niños), sudamina, dermatitis de contacto, picaduras de
insectos, piodermias, urticaria y erupción por drogas (4). Las lesiones vesículo-pustulosas en niños pequeños pueden
confundirse con foliculitis estafilocócicas, acropustulosis infantil,
histiocitosis de células de Langerhans o varicela. Las lesiones
pápulo-nodulares eritemato-parduscas pueden sugerir una mastocitosis (urticaria
pigmentosa). La sarna noruega puede simular una psoriasis. El ácaro-test es de
gran valor en el diagnóstico diferencial, ya que si es positivo el diagnóstico
es definitivo (1,4).
El estudio
histopatológico es de utilidad en los casos de presentación atípica y no rara
vez el hallazgo de los ácaros es casual. El estudio microscópico de la lesión
caraterística muestra una dermatitis perivascular, superficial y profunda, con
polimorfonucleares eosinófilos y aumento de mastocitos intersticiales; en la
capa córnea puede identificarse el surco con huevos, excretas, larvas e incluso
el ácaro completo. En los casos de escabiosis nodular persistente no se
encuentra habitualmente el ácaro y la reacción inflamatoria es más densa
adoptando ocasionalmente el aspecto de pseudolinfoma. En los casos de sarna
noreuga, puede verse hiperortoqueratosis y múltiples surcos con un gran número
de ácaros intracórneos, en diversas fases del desarrollo, hecho que es típico
de esta variedad.
La complicación más
frecuente es la reacción de hipersensibilidad llamada prúrigo escabiótico, en
que aparecen lesiones eritemato-escamosas en las zonas comprometidas, muy
pruriginosas. Los nódulos escabióticos también corresponden a reacciones de
hipersensibilidad y pueden aparecer después de un tratamiento antisárnico. Es
grave la infección bacteriana secundaria, generalmente producida por el
estreptococo beta hemolítico, el cual puede desencadenar una glomerulonefritis
aguda. También puede haber infección secundaria por estafilococo dorado (2,4).
El tratamiento adecuado
para la escabiosis consta de importantes medidas generales, además de un
tratamiento escabiótico específico, sin embargo, aún no se ha encontrado un gold standard para el manejo correspondiente de esta
enfermedad. Por otra parte se han reportado severos efectos adversos para
algunas de las drogas utilizadas (10). Es por esto que el
tratamiento de la escabiosis con escabicidas tópicos se mantiene sin
variaciones desde hace ya muchos años. El número de escabicidas tópicos
disponibles también se ha mantenido constante. La aparición de la ivermectina,
droga antiparasitaria de acción sistémica, ha permitido un nuevo acercamiento a
la terapia de esta enfermedad (11).
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Fig.
7.- Microfotografía de escabiasis común con ácaro intracórneo e inflamación linfocitaria,
superficial, leve. HE, x 100
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Fig.
8.- Microfotografía de sarna noruega con numerosos ácaros intracórneos con
hiperortoqueratosis. HE, X 100
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Dentro de las medidas
generales es importante destacar:
1) Se debe realizar
tratamiento simultáneo a todos los contactos del paciente infestado aunque no
convivan o no tengan prurito, tales como padres, hijos, hermanos, parejas,
personas que colaboran con tareas del hogar o cuidado de los niños sin vivir
con ellos.
2) En el lavado de manos
es importante cepillar las uñas pues el rascado de la piel en manos afectadas
lleva a acumular parásitos debajo de las mismas (12).
3) Se recomienda tratar
primero las infecciones cutáneas piodérmicas (estafilocócicas o
estreptocócicas) con antibióticos sistémicos y después tratar la sarna.
4) Puede persistir
prurito por varias semanas después del tratamiento. Se pueden usar
antihistamínicos orales o lubricación de la piel. No hay que hacer tratamientos
repetitivos, porque son de riesgo para el paciente (4).
5) La ropa de cama y la
del paciente deben ser lavadas con agua caliente y planchadas. El lavado en
seco también mata al parásito. Además, éste muere en 4 días si no está en
contacto con el huésped humano, por lo que los artículos que no se pueden lavar
deben ser puestos en bolsas plásticas por 7 a 10 días (juguetes de peluche,
frazadas, colchas, etcétera) (1-3,4).
6) Es importante
identificar la fuente del contagio para su correcto tratamiento y seguimiento
de la cadena epidemiológica (12).
7) Hay que dar aviso a
establecimientos escolares u hospitalarios frente a un caso de escabiosis para
evitar brotes epidémicos (4).
8) La aplicación del
escabicida (crema o loción). Debe hacerse en todo el cuerpo, desde el cuello
hacia abajo. Aplicar en todas las uñas. Es mejor usarlo después del baño pero
con el paciente seco. En los niños se recomienda la aplicación en el cuero
cabelludo (3,4).
9) Debe repetirse la
aplicación del escabicida a los 7 días, porque no hay tratamientos ovicidas (1,4).
10) El tratamiento no
deja inmunidad y un nuevo contacto con el ácaro puede significar adquirir
nuevamente la enfermedad (2-4,12).
El tratamiento
específico a elección dependerá según el caso. Dentro de los escabicidas
tópicos más utilizados está la Permetrina 5%, derivado sintético piretroide, de
muy baja toxicidad y alta eficacia. Actúa como neurotoxina, que produce
parálisis y muerte del ácaro. Se aplica la loción por 12 a 24 horas, según las recomendaciones
generales antes descritas, y se reaplica en 1 semana, con lo que se ha
comprobado una eficacia mayor de 92%. Actualmente se considera como la mejor
alternativa terapéutica en niños y adolescentes (13). Se ha aprobado su uso en niños desde los 20 días, pero no se ha
establecido aún su uso en embarazadas. La permetrina se usa comúnmente en forma
tópica como loción, crema, o spray, (14). Por otra parte existen
piretrinas naturales con otras formulaciones tipo espuma termo lábil, también
de uso tópico, las cuales han sido tan efectivas como la permetrina al 5% para
el tratamiento de la escabiosis, incluso logrando una mejoría más rápida y un
control del prurito más completo (15).
Otro escabicida tópico
ampliamente utilizado es el lindano al 1%, que ha sido el tratamiento de
elección, antes del uso de la permetrina. Se aplica por 12 a 24 horas en todo
el cuerpo, previo baño, y se repite a la semana. Si bien se han descrito
algunos casos de resistencia, la falla al tratamiento es poco frecuente si éste
se ha realizado en forma adecuada. Este producto tiene un alto potencial de
toxicidad sistémica y neurotoxicidad. Recientemente la FDA advirtió que estos
efectos son más comunes en los niños, la gente mayor y aquellos individuos con
un peso menor a 50 kgs, debido a que estas personas poseen una mayor absorción
sistémica y susceptibilidad neurológica, por lo que se ha recomendado que esta
droga sólo debería utilizarse como medicamento de segunda línea. No debe
emplearse en pacientes con defectos de la barrera epidérmica, prematuros y
condiciones que aumenten la absorción percutánea y tampoco en embarazadas.
Además esta droga está contraindicada en pacientes con desórdenes epilépticos y
alto riesgo de convulsión (personas con tratamiento antiretroviral, antipsicóticos,
antimaláricos, corticoides sistémicos, quinolonas, abuso de alcohol o
benzodiazepinas) (16).
Además de la permetrina
y el lindano, también la vaselina azufrada (5-10%). es utilizada en forma
tópica y ha sido el tratamiento de elección para embarazadas, lactantes y
recién nacidos (17). Se aplica por tres noches consecutivas,
lavándose cada vez antes de la aplicación. Se debe repetir a los 7 días. El
azufre tiene la ventaja de ser barato y muchas veces constituye la única
alternativa de tratamiento en áreas donde la necesidad de terapia masiva y la
pobre economía requieren de una alternativa escabicida. La eficacia de la
vaselina azufrada ha sido reportada en varias publicaciones alcanzando un 82%.
Un estudio tailandés recientemente publicado mostró una eficacia de 71% a las 4
semanas de tratamiento con azufre al 5 y al 10% (sin diferencias significativas
entre ambas concentraciones). En el control de un brote de escabiosis en niños
internados en un orfanato (18).
La crema crotamitón 10%
es mucho menos eficaz que los tratamientos anteriores, pero tiene la ventaja de
ser antipruriginoso y muestra poca toxicidad sistémica. Su eficacia es de
aproximadamente 60% a las 4 semanas (18).
Por otra parte se
encuentra la ivermectina oral, que corresponde a un agente antihelmíntico que
se emplea en dosis única de 200 ug/kg. Se ha usado en pacientes
inmunocompetentes y en pacientes con infección VIH. Se propone 2 pulsos (1 por semana), en ayunas y no comer hasta 2 hs. después. No dar simultáneo con
barbitúricos que se suspenderán 24 hs. antes y 24 hs. después. No dar en
embarazadas, en lactancia ni en niños menores de 15 Kg. de peso.
La ivermectina es un
compuesto derivado de avermectina 1 (sustancia producida por el hongo
Streptomyces avermitilis), con una estructura química similar a los
antibióticos macrólidos, que no presenta actividad antibacteriana pero sí
excelentes propiedades antihelmínticas (19). Hasta la fecha, se ha
utilizado con resultados altamente satisfactorios en el control de la
oncocercosis y otras filariasis en los seres humanos. Por otra parte, algunos
pequeños estudios efectuados a partir de 1992, en varios países de Asia y
Africa han señalado su efectividad en el tratamiento de la escabiosis, a dosis
única oral de 100 g /kilo de peso (20).Existen estudios que no han logrado reproducir dichos resultados
alentadores y por el contrario, sugieren que este compuesto no es
particularmente útil en el manejo de esta enfermedad ectoparasitaria, en
comparación con los tratamientos tópicos convencionales como la permetrina o el
benzil benzoato (Este último no disponible en Chile) (21). Sin embargo, ensayos recientes han logrado demostrar que la
ivermectina es igualmente eficaz que el benzil benzoato para el tratamiento de
la escabiosis. Además resulta más barato y fácil de transportar (22).
En el Departamento de
Dermatología y Salud Pública de la Universidad de Miami se adelantó un estudio
orientado a determinar la tolerabilidad y eficacia de ivermectina en el
tratamiento de la escabiosis. Para ello, se administró 200 g/kilo de peso de ivermectina en dosis oral única, a dos grupos de
pacientes: 11 sujetos sanos con escabiosis, y 11 individuos que además de la
ectoparasitosis tenían infección documentada por virus de inmunodeficiencia
humana (VIH).. Al cabo de dos semanas ninguno de los sujetos
sanos presentó evidencia de escabiosis, en tanto que en sólo dos de los
pacientes VIH (+) persistían las lesiones cutáneas por lo que se les suministró
una dosis adicional del medicamento, lográndose la curación de uno de ellos,
mientras el otro, requirió tratamiento tópico adicional. Durante el estudio no
se presentaron efectos colaterales y por el contrario, fue evidente un alivio
dramático y rápido de la sintomatología, en particular el prurito. Los índices
de curación a las cuatro semanas fueron de 100% y de 97% en los dos grupos
estudiados (23). Es importante acalarar que esta droga fue
aprobada por la US Food and Drug Adminidtration (FDA) en 1996 para el
tratamiento de la filiariasis y oncocercosis, pero no para la escabiosis (24). Sin embargo, la ivermectina ha sido utilizada ampliamente en todo
tipo de pacientes, y hasta el año 2002, no habían reportes que avalaran el uso
de esta droga en menores de 5 años, sin embargo, no hay estudios que demuestren
casos serios de toxicidad en niños. Además cabe destacar que gran parte de la
población afectada corresponden a niños menores de 5 años. Un estudio realizado
en Australia muestra que el 70 % de los niños bajo los 5 años presentaban
sobreinfección bacteriana, principalmente estreptocócica., que a pesar del uso
de antibióticos sistémicos, los niños con grandes áreas afectadas presentaban
hematuria microscópica, lo que hacía sugerir una glomerulonefritis subclínica.
Esto podría ser el punto de partida de un daño renal progresivo y una falla
renal terminal. No hubo casos de fiebre reumática. Frente a esta evidencia The Australian Pharmaceutical Advisory Board recomienda el uso de ivermectina en los
pacientes a cualquier edad (25).
Basándose en estos resultados, se puede concluir que la ivermectina es una alternativa segura y efectiva en el tratamiento de la escabiosis, tanto en sujetos sanos como en inmunocomprometidos, que tiene como ventajas adicionales su bajo costo, mínimos efectos adversos y un esquema de administración más sencillo que evita los problemas de adherencia o aplicación inadecuada que se presentan frecuentemente con la terapia tópica.
Basándose en estos resultados, se puede concluir que la ivermectina es una alternativa segura y efectiva en el tratamiento de la escabiosis, tanto en sujetos sanos como en inmunocomprometidos, que tiene como ventajas adicionales su bajo costo, mínimos efectos adversos y un esquema de administración más sencillo que evita los problemas de adherencia o aplicación inadecuada que se presentan frecuentemente con la terapia tópica.
Recientemente han
aparecido en la literatura, nuevos acaricidas tópicos, como el aceite de
Melaleuca alternifolia (árbol del té), cuyo componente activo es el Terminen 4-
OL (terpinoides oxigenados), el cual los autores proponen como uso alternativo
en casos de resistencia del S. scabiei, recientemente documentada, al
tratamiento convencional con permetrina al 5% o ivermectina oral en ratas, sin
embargo, no existen hasta el momento resultados efectivos en humanos (26). Otras drogas acaricidas, utilizadas en la India, están siendo
estudiadas en animales para evaluar su eficacia terapéutica, entre ellas el
aceite de Cedro deodara, Pongamia glabra y Jatropha curcas (27).
Si después del
tratamiento el prurito no mejora puede ser debido a que persiste la
infestación, a una respuesta de hipersensibilidad que cede lentamente (nódulos
postescabiósicos) o a la irritación por los medicamentos, que resulta muy
frecuente, sobre todo cuando se aplican repetidamente. Por ello, se debe
remarcar que no es preciso realizar más tratamiento que el indicado, a pesar de
que el prurito continúe durante 1 ó 2 semanas.
El conocimiento cabal de
la enfermedad, la aplicación de las indicaciones apropiadas, el buen uso de
escabicidas y la educación sanitaria, permitirán la erradicación de esta
infestación. La comunidad médica internacional ha realizado múltiples
investigaciones en la búsqueda de nuevos productos antiparasitarios, sin
embargo, el control epidemiológico a nivel de atención primaria es vital en la
disminución real de la incidencia de esta enfermedad.
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